La trata de personas se ha convertido en un crimen que amenaza a los niños y adolescentes. Se considera uno de los delitos más lucrativos a nivel global.
El delito implica una violación grave de los derechos humanos que implica la explotación de individuos a través de diversas formas. La más común, es la explotación sexual.
Entre el 2019 y 2023 se registraron 1239 víctimas. La mayoría son mujeres menores de 18 años que son explotadas tanto en territorio nacional como internacional.
Los países con mayor destino de ciudadanos paraguayos víctimas de explotación sexual y trata de personas son Argentina, España y Bolivia. Así también se registraron casos en Chile, Francia, Corea del Sur y Japón.
Durante el programa “La Caja Negra”, la Fiscal de la Unidad contra la Trata de Personas, Dra. Karina Sánchez, brindó mayores detalles del tema.
Sostuvo que una de las principales falencias es que no cuentan con una investigación proactiva que logré desbaratar la red de manera completa o, por lo menos, de manera disminuirla.
“Necesitamos de la policía para hacer las diligencias investigativas. Una de las falencias del país es que no tenemos investigaciones proactivas. Tenemos informaciones que vienen del extranjero que ameritan una investigación proactiva”, indicó Sánchez.
Para la fiscal es primordial la instalación del Programa Nacional para el combate de la trata de personas, que logrará facilitar el trabajo a las instituciones que trabajan en conjunto para luchar contra este flagelo.
“Para nosotros va a ser un cambio, que no solo nos va a servir para la asistencia a las víctimas, sino también el fortalecimiento de la prevención y la persecución penal”, manifestó la Dra.
La Dra. aseguró que las personas en condiciones de vulnerabilidad se encuentran conscientes de que pueden ser explotados, pero por la necesidad los obliga a ir de igual manera. Sostuvo que en comunidades como Caaguazú y Alto Paraná es algo normal que los adolescentes de 13 años viajen en el Brasil a trabajar en fábricas clandestinas donde son explotados.
“Las personas en vulnerabilidad se arriesgan y se van igual con la posibilidad de ser explotados, se van conscientes de eso. Se normaliza que los adolescentes de 13 años en delante de Caaguazú y Alto Paraná tengan como única idea ir al Brasil para trabajar 12 a 14 horas, piensan que es el único futuro que tienen”, alegó Sánchez.
Alegó que las víctimas de prostitución en ocasiones son llevadas al extranjero por sus propios familiares. Sin embargo, van mediante chantajes y cuando llegan al lugar se encuentran solas y piensan que ya no tienen otra opción.
“Muchas veces uno está en consciente a lo que va, pero las condiciones que las prometen ni siquiera son mínimas. Lastimosamente, los propios familiares están promocionando estos trabajos, y una vez que llegan ahí no tienen de otra“, alegó la fiscal.
La fiscal aseguró que la prostitución, si la ejerce una persona mayor de edad, no está prohibida, pero que otra persona esté lucrando con ella, eso sí. Las penas pueden ascender a 20 años o incluso 30 años de privación de libertad.