A dos décadas de la mayor tragedia del país, el incendio del supermercado Ycuá Bolaños, el bombero Alejandro Buzó, titular de Prevención de Incendios de la Municipalidad de Asunción, recordó aquel fatídico 1 de agosto del 2004 en el barrio Trinidad de la capital.
El profesional visitó los estudios del programa Buena Tarde, emitido por Unicanal y Trece, para abordar sobre las causas del incendio que acabó con la vida de 400 personas y enlutó a todo un país.
“Ese domingo, día del incendio, estaba de guardia en la estación de bomberos. Hubo personas que no aparecieron y días después se encontraron restos óseos para tratar de reconocer a las víctimas”, expresó.
En otra línea, Buzó aseveró que el incendio del supermercado fue una tragedia que pudo ser evitada. “La tragedia se centró mucho en las puertas cerradas, en la conducta interna de los guardias que impidieron que la gente salga sin pagar, pero hubo otros factores”, señaló.
“Fue un fallo sistémico, nadie estuvo preparado ni a la altura de esta tragedia. Los organismos de respuesta de emergencia se vieron superados; nadie nunca se imaginó tener esa cantidad de muertos”, complementó.
“Se hizo lo que se pudo con lo que se tenía”
El 1 de agosto del 2004, a las 11:20, con cerca de 1.500 personas adentro del supermercado, una chispa en el patio de comidas desató la tragedia.
Buzó mencionó que para las 13:00 de ese domingo, la labor de los bomberos se centró solamente en rescatar cuerpos, ya que para ese horario ya no había sobrevivientes.
“En los primeros momentos del incendio pudimos rescatar gente, pero después de las 13:00 el trabajo era de levantamiento de cadáveres. Muchos de los cuerpos estaban completamente carbonizados”, recordó.
“Fue un trabajo complejo, nos sentimos muy impotentes porque era muy poco el trabajo que podíamos hacer”, añadió.
Aspectos técnicos de la tragedia
Buzó detalló que el análisis técnico realizado arrojó que el supermercado fue habilitado con deficiencias en su estructura y medidas que debían haberse tomado desde la construcción.
El director de Prevención de Incendios puntualizó que el local comercial no contaba con separación de compartimientos, entre el súper y el patio de comidas, tampoco hubo clasificación de la cocina como zona de riesgo especial, por lo que no contaba con cortafuegos dentro de su estructura.
Otro detalle que citó Buzó fue que la construcción fue de tipo tinglado con la estructura del techo hecha de varillas metálicas, que tiene un compartimiento deficiente ante el fuego.
El especialista comentó que las normativas de prevención de incendios en el 2004 eran de 19888 y la normativa de construcciones, aún vigentes, es de 1991.
Si bien se incorporaron obligaciones en materia de incluir rociadores y sistemas de apagado de incendios, Buzó aseveró que aún existen falencias en las normativas a nivel país.
“Menospreciamos lo que es invertir en prevención y es un tema fundamental que debemos abordar”, sentenció el experto.