La Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, Hospital de Clínicas, celebró un emotivo encuentro con Ruth, una joven de 24 años de edad que hace cinco años recibió un trasplante de hígado que le salvó la vida.
Lo que siguió fue aún más hermoso, ya que gracias a este regalo de vida, la joven pudo concebir y recientemente dar a luz a un hermoso bebé.
Al respecto, el Dr. Osmar Cuenta Torres, decano de la FCM-UNA, elogió el arduo trabajo del equipo multidisciplinario que integra la Unidad de Trasplante y destacó que dicho trasplante literalmente brinda la oportunidad de vivir y su esperanza es que el ejemplo de Ruth inspire a más personas, al considerar la donación de órganos como un acto de generosidad y apuesta a la vida.
Por su parte, el Dr. Nelson Arellano, cirujano y jefe de la Unidad de Trasplante Hepático, resaltó la complejidad y la importancia de este procedimiento médico.
Además, puntualizó el valor de la donación de órganos, que permitió a la joven recuperar su vida y dar vida a otro ser humano, constituyéndose el nacimiento del bebé en testimonio del poder transformador de los trasplantes de órganos y del compromiso de todo el equipo médico.
Nacimiento fue normal y sin complicaciones
Por su parte, el Dr. Marcos Girala, hepatólogo de la FCMUNA, señaló que este es el primer caso de una trasplantada en Paraguay que ha dado a luz, aunque refirió tener conocimiento de otro alumbramiento en el país, pero de una mujer que había accedido al procedimiento hepático en el extranjero.
En otra línea, el especialista afirmó que la gran maravilla del trasplante hepático hace que la gente vuelva a una vida plena y en el caso de Ruth dijo que tuvo un embarazo normal, pero vigilado de manera preventiva, y que lo único que hicieron fue cambiarle algunos medicamentos que estaba tomando.
“El nacimiento fue por parto normal y ésta es una situación que tenemos que tener en cuenta, porque justamente en nuestra casuística, como decimos los médicos a nuestro grupo de pacientes tratados de trasplante, hay muchas mujeres jóvenes. Entonces vamos a encontrarnos con esta situación nuevamente en varias oportunidades, pero el embarazo debe manejarse con prudencia y es preferible que no sea muy pronto después del trasplante, entonces tiene que ser algo más bien planeado”, acotó.
Ruth misma compartió su experiencia, desde el miedo inicial al momento del trasplante, al quedar embarazada y hasta de no poder amamantar, pero gracias a todo el cuidado que le proporcionó el personal de salud su bebé está recibiendo la leche materna. Se mostró agradecida con los médicos y las enfermeras, feliz al ver a su bebé sano y salvo, y por supuesto no se olvida de su ángel donante.
Un llamado
El Dr. Arellano hizo un llamado a la conciencia sobre la importancia de la donación de órganos. Destacó que la historia de la joven madre es un recordatorio conmovedor de la importancia de la solidaridad y la necesidad de que cada ciudadano no solo exija sus derechos, sino que cumpla sus obligaciones, ya que la Ley Anita que hace a toda persona donante presunto es prácticamente letra muerta.
Instó a tener en cuenta el potencial transformador de la donación de órganos, recordando que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la generosidad pueden traer luz y vida.
Recordó que la Facultad de Ciencias Médicas cuenta con la Única Unidad de Trasplante que existe en el país y funciona con un equipo multidisciplinario desde el 2015, conformado para brindar oportunidad de vida a pacientes, a pesar del inmenso costo presupuestario que supone.