Un 30 de noviembre del 2013, es decir hace exactamente 10 años, el reconocido actor Paul Walker, protagonista de la saga “Rápidos y Furiosos” perdió la vida en un grave accidente automovilístico en Estados Unidos.
Aquel día, el actor había acudido a un evento solidario junto a su amigo Roger Rodas para ayudar a las víctimas del tifón Haiyan, que pocas semanas antes arrasó Filipinas, dejando un total de 6.300 fallecidos.
El famoso viajaba como copiloto en su Porsche Carrera GT, el auto “de sus sueños”, como llegó a decir en repetidas ocasiones, cuando en un momento dado el conductor perdió el control e impactó contra un poste de luz y unos árboles en el barrio Valencia de Santa Clarita, en California.
El impacto fue tan violento que el automóvil superdeportivo terminó incendiado, provocando la muerte inmediata de Walker y su amigo Rodas.
La noticia conmovió a Hollywood y a toda la legión de seguidores de la saga “Rápidos y Furiosos”, que grababa su séptima entrega.
A raíz de la pérdida del gran actor, la producción de la cinta se detuvo y luego fueron contratados los hermanos de Walker para rodar algunas escenas extras.
Con ayuda de la tecnología en algunos planos se superpuso la cara de Paul para completar la cinta, que finaliza con una emotiva última escena, una especie de clip que junto a Vin Diesel recapitula el paso del famoso por la saga.
Fuente: Infobae