El volcán de la montaña Fagradalsfjall había estado inactivo durante 6.000 años, y la península de Reykjanes no había presenciado la erupción de ningún volcán en 781 años, hasta este viernes, donde se registró la erupción del volcán que se encuentra a 40 kilómetros de la capital islandesa.
Sin más consecuencias, provocó un río de lava y magma rojo mediante un torrente de lava que brotó en horas de la madrugada.
“La erupción es pequeña y la actividad ha ligeramente disminuido desde el viernes por la noche. Se limita a una pequeña zona en el valle y es poco probable que cause daños”, expresa el comunicado del Servicio Meteorológico islandés.
En los videos e imágenes que lograron capturarse este sábado por un helicóptero de los guardacostas, se pudo observar que la lava abarcaba por lo menos 1km2 de superficie.
Hasta el momento las autoridades no informaron de que haya caído ceniza, no obstante, podrían producirse fragmentos de tefra (magma solidificado) y emisiones de gas.