15 años. Ese es el retroceso, que estiman los expertos, que ha provocado la pandemia en el panorama laboral de las mujeres de Latinoamérica y el Caribe.
De los 23,6 millones de puestos de trabajo que perdieron ellas en el peor momento de la crisis el segundo trimestre de 2020, a fines de 2021 aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones.
Los 26 millones de hombres que se quedaron desempleados en la covid, sin embargo, ya han vuelto “prácticamente todos” a sus puestos de trabajo, según los últimos datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la semana pasada.
“El gran efecto de esta crisis, a diferencia de otras como la del 2008, fue la salida masiva de la fuerza de trabajo. Perdimos casi 5,8 puntos porcentuales de 2019 a 2020. Esos son 49 millones de empleos entre ambos sexos”, explicó Vinícius Pinheiro, director regional de OIT.
La diferencia, según el brasileño, es la estructura de inequidad que ya existía y que las relegaba a los trabajos más informales y al sector de los servicios; el más afectado y de más lenta recuperación.
“Conforme se expande la vacunación y se empiezan a llevar a cabo políticas de bioseguridad, todo está volviendo a la normalidad, pero aún no del todo. Las más afectadas y estancadas siguen siendo ellas. Es una reparación desigual”, refirió.
El estudio destaca que la tasa de participación regional de las mujeres que rondaba 41% a comienzos de los años 1990 había subido en forma constante hasta 52,3% en 2019 (promedio de los primeros tres trimestres). En 2020, en ese mismo período bajó a 47%, aunque ese año el promedio regional llegó a estar en 43%. Y, a pesar de que el año pasado se produjo un aumento de este porcentaje (hasta 49,7%), sigue siendo insuficiente.
Fuente: OIT, El País