En un año electoral, en medio de la pandemia, con crisis económica y una sociedad agrietada, Argentina sigue atravesando por una de las situaciones sociopolíticas más duras en su historia.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el vecino país registra un 40,6% de pobreza. Este dato corresponde a una muestra tomada en el primer semestre del 2021.
En números más sencillos, esto se traduce en que 4 de cada 10 personas son pobres y 1 de cada 10 es indigente. El Gobierno de Alberto Fernández sostiene una crisis económica que muestra una lenta recuperación.
La pobreza sólo disminuyó 1,4 puntos porcentuales respecto al 42% registrado seis meses antes y sigue muy lejos del 32,2% de hace cinco años y aún más del 24,7% de una década atrás.
De la proyección de la encuesta al total del país surge que 18,8 millones de personas residentes en Argentina son pobres, es decir, sus ingresos son insuficientes para hacer frente a los gastos básicos. De ellos, casi cinco millones están en una situación mucho más grave: no cuentan con dinero suficiente para comprar alimentos y deben recurrir a comedores gratuitos u otro tipo de ayudas.
A mitad de año, el ingreso per cápita del decil más pobre de la sociedad argentina era de 5.675 pesos (unos 50 dólares), mientras que en el extremo opuesto, el decil más rico tenía ingresos 25 veces superiores, de 142.116 pesos (unos 1.370 dólares).
Estos números demuestran que la clase media o las pequeñas y medianas empresas fueron afectadas por la situación económica que se vivió en medio de la pandemia, siendo Argentina el país con la cuarentena más larga del mundo (más de 7 meses), por lo que descendieron a la pobreza y la división se encuentra acentuada fuertemente entre pobres y ricos.
Fuente: INDEC, Argentina. El País.