Tres años ante del derrumbe, un consultor halló pruebas alarmantes de “importantes daños estructurales” en la losa de hormigón bajo la cubierta de la piscina y “abundantes” grietas y desmoronamientos en las columnas, vigas y paredes del estacionamiento del edificio, según informó The New York Times.
Este informe llevó al ingeniero a realizar planes de un proyecto de reparación multimillonario que debía iniciarse en la brevedad posible, pero el edificio sufrió un desmoronamiento parcial en la madrugada del jueves.
Los daños en el hormigón y las barras de refuerzo, la mayoría de ellos, probablemente causados por años de exposición al aire de mar corrosivo a lo largo de la costa del sur de Florida.
Según el abogado que representa a la asociación de residentes que gestiona el edificio, Kenneth S. Direktor, mencionó que las reparaciones se habían fijado para este año y que el proceso se habría llevado a cabo de forma muy diferente si los propietarios hubieran tenido algún indicio de que la corrosión y el derrumbe constituían una amenaza grave.
Los investigadores aún no han identificado la causa del derrumbe y se encuentran a la espera de poder tener acceso completo al lugar donde los equipos de rescate continúan buscando entre los escombros a las personas desaparecidas.
Fuente: Infobae.
