Osnat Ben Shitrit, de 32 años, se encontraba en la semana 30 del embarazo. La misma, a causa del coronavirus, tuvo que ser hospitalizada en el centro médico Hasaddah de Jerusalén.
Tras complicaciones por la enfermedad, el domingo 21, se confirmó el deceso de la mujer; a pesar de que los médicos intentaron salvar al bebé, que no estaba infectado, no lo lograron y falleció junto a su madre.
Osnat, residente de Jerusalén, se encontraba en buen estado de salud hasta que contrajo la enfermedad. Anteriormente, la mujer de 32 años había tenido cuatro hijos, sin complicaciones.
La noticia conmovió a todo Israel y el mundo, ya que Osnat no estaba vacunada contra el coronavirus, pese a que el mes pasado, en ese país, se había aprobado la vacuna para las embarazadas y las autoridades comenzaron a animar a las futuras mamás por el riesgo que representaba la nueva variante.
“Esta noticia levanta una alarma con respecto a los peligros del covid-19 para las mujeres embarazadas”, dijo Galia Grisaru-Soen, directora del departamento de enfermedades infecciosas pediátricas a un medio local.
La mujer ingresó al hospital el martes por problemas respiratorios y su salud empeoró el día sábado; los médicos intentaron salvar su vida y la del bebé, pero detectaron daños graves en los órganos de la madre, quien no sobrevivió pese a los intentos prolongados de reanimación.
“Las nuevas variantes, la británica y tal vez la sudafricana, parecen ser más peligrosas para las mujeres embarazadas, y deberíamos animar a las mujeres embarazadas, al menos después del primer trimestre, a vacunarse”, expresó Galia Grisaru.