En total, se confirmaron oficialmente 1.000.009 decesos en el mundo, de un total de 33.018.877 casos detectados, mientras que 22.640.048 personas sanaron.
Las drásticas medidas adoptadas por muchos países no han logrado por el momento frenar la pandemia, que está provocando desastrosas consecuencias económicas y marcando aun más las divisiones políticas en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que las muertes por Covid-19 podrían duplicarse y alcanzar los dos millones, si no se mantienen medidas para evitar la propagación del virus, en vista de que varios países se disponen a reactivar su economía y se genera más movimiento de personas, lo que puede generar nuevos contagios de Covid-19.
Las regiones más afectadas en número de decesos son América Latina y el Caribe (341.032 decesos, de 9.190.683 casos), Europa (229.945 de 5.273.943) y Estados Unidos y Canadá (214.031 de 7.258.663).
El mundo tiene grabadas en sus retinas las imágenes de fosas comunes en Brasil, una morgue improvisada en el Palacio de Hielo de Madrid y camiones frigoríficos con cadáveres en las calles de Nueva York.
Más allá de la frialdad de las cifras, la consecuencia más devastadora es el vacío dejado por quienes murieron, ya que las muertes se dan sin que los familiares puedan dar su último adiós a los pacientes en el tramo final de la enfermedad, o siquiera despedirse de ellos una vez muertos, a raíz de las medidas sanitarias.