Además de la angustia que genera el estado de salud de sus hijos, ahora las madres de los pequeños internados en el Hospital San Pablo también deben preocuparse por los constantes robos y asaltos que se registran en el centro asistencial.
Débora Ruiz Díaz, una de las afectadas, relató que constantemente deben abandonar el predio buscando adquirir pañales y otros artículos urgentes para sus hijos durante la madrugada, ínterin que aprovechan los malvivientes para alzarse con los objetos personales de las madres.
A su vez, Lisa Recalde reclamó la falta de efectivos policiales que custodian el predio durante la madrugada. “No tenemos seguridad. Cada dos horas, tenemos que irnos junto a nuestro bebé y constantemente estamos con miedo. Necesitamos guardias y no tenemos nadie que nos haga caso”, señaló la afectada.
Deysi Ozuna lamentó, por su parte, que las escasas pertenencias, dinero y celulares que deben portar en el centro asistencial por situaciones de emergencia constantemente se conviertan en el blanco de la inseguridad.