Alrededor de las 6:00 de este domingo, se confirmó el fallecimiento del reconocido actor y humorista Luis D’Oliveira a sus 72 años de edad. Su deceso se dio en el Instituto Nacional del Cáncer (Incán).
El hombre, una de las joyas de nuestra cultura, murió a consecuencia de una enfermedad pulmonar, contra la cual venía luchando desde hace tiempo y realizando varias actividades para cubrir sus gastos médicos.
El capo del humor nació en agosto de 1949 en la ciudad de Asunción. Incursionó en el deporte durante sus primeros años de vida, practicando fútbol y vóley.
Asimismo, se declaró un gran aficionando del cine, concurriendo desde pequeño a las salas de cine con su padre, quien trabajaba en el Cine Real y Belgrano como controlador de sala.
Según datos de la Dirección Nacional de Cultura de la Municipalidad de Asunción, D’Oliveira comenzó su carrera actoral a los 17 años, en 1965, realizando teatro para niños en compañía de Mercedes Jané, a quien considera su primera gran maestra de teatro.
Debutó en televisión haciendo teatro nacional en vivo, lo que le abrió muchísimas puertas y no desaprovechó ninguna.
En el 2016 la Cámara de Senadores lo homenajeó, en reconocimiento a sus 50 años de trayectoria en el teatro popular.
La pandemia y su enfermedad pulmonar golpearon fuertemente al reconocido humorista, quien recurrió a la ciudadanía para apelar a la solidaridad. La gente no dudó en ayudar a quien mucho hizo reír y es así que don Luis recibió el apoyo de toda la ciudadanía que, a través de actividades solidarias, tendió la mano al gran actor, que nos deja un gran legado cultural.