El Ministerio de Salud informó que el peso excesivo que la mayoría de los escolares carga sobre sus hombros con sus mochilas está llevando a muchos niños/as y adolescentes a sufrir lesiones de espalda, afectando incluso músculos y articulaciones.
Ante esto, explicaron que la carga debe ser equivalente al 10% del peso corporal y no más que esto, ejemplo: en el caso de un/a niño/a que pesa 30 kilos, el peso de su mochila no debe superar los 3 kilos.
El énfasis que se pone en el peso de la mochila escolar se debe a las consecuencias irreversibles y a largo plazo pueden generar en los estudiantes, desde una escoliosis infantil (desviación o curvatura anormal de la columna vertebral), cifosis (arqueamiento anormal de la espalda) o artrosis precoz que llevaría finalmente a que el/la niño/a no llegue a un correcto crecimiento de los huesos.
La cartera sanitaria da ciertas recomendaciones a padres y encargados:
– Al momento de cargar la mochila es importante mantener una buena postura, la espalda recta y no curvarlo.
– Limitar el peso del contenido de las mochilas, evitar cargas inútiles, de lo contrario el/la niño/a se verá obligado/a a arquear la columna vertebral, llevar hacia adelante la cabeza y el tronco para compensar el peso.
– Evitar que el/la niño/a transporte una mochila con mucho peso por más de 15 minutos.
Además de esto, enfatizan en que las mochilas con rueditas tampoco constituyen una alternativa para no sobrecargar la espalda. Si bien el peso no se concentra en esta zona del cuerpo, la presión que se ejerce en el brazo y el hombro cuando el/la niño/a lo estira con un solo brazo, puede traer consecuencias, sobre todo cuando la carga es excesiva.