Comienza el año escolar y uno de los requerimientos para que niños, adolescentes y jóvenes puedan participar de las clases de educación física es la presentación de un certificado médico.
Al respecto, el Prof. Dr. Jimmy Jiménez, jefe de Cátedra y Servicio de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, informó que tanto el Ministerio de Salud como el Ministerio de Educación recomiendan un chequeo clínico a los estudiantes antes de iniciar las actividades físicas en escuelas y colegios.
Por tal motivo, los padres deben llevar a sus hijos menores a las consultas pediátricas de evaluación médica a fin de verificar la condición física en la que se encuentra el menor y certificar si está en condiciones óptimas o no para la práctica de deportes o ejercicios de acuerdo a la edad.
“Generalmente se realiza antes del inicio de clases y se trata de un examen clínico mínimo, pero a esa edad los chicos sanos acuden al médico una o dos veces al año nada más; por lo que se aprovecha para hacerles una evaluación completa que incluya el historial, los antecedentes, el examen físico y algún laboratorio o electrocardiograma si es que el médico considera que pudiera haber algún riesgo o si el niño o joven realice prácticas de alto rendimiento o de competencia, para lo cual va requerir de un esfuerzo mayor”, expresó el profesional.
Asimismo, el Dr. Jiménez comentó que dichos controles también sirven a los docentes para que tengan cuidado de no exagerar con los ejercicios y éstos se realicen en condiciones ambientales adecuadas.
Esto teniendo en cuenta las altas temperaturas, por lo que se recomienda dichas actividades sean desarrolladas en horarios adecuados en que no haga tanto calor.
“Con el chequeo, lo que los pediatras evaluamos es si el alumno está apto o no para la realización de ejercicios. Entonces valoramos las condiciones físicas con los antecedentes y rangos laboratoriales adecuados y el electrocardiograma, que por lo general no hace falta, pero que, al tratarse de un control anual, es lo más recomendable”, dijo el especialista.
Igualmente, detalló que si surgen dudas respecto a la situación clínica del paciente, se piden estudios más especializados o se lo deriva con un especialista infanto-juvenil (cardiopediatra o neuropediatra), en caso que las condiciones no se ajusten a ciertas prácticas deportivas.
Control de vista y oído
El médico indicó que los niños sanos deben realizarse controles anuales de vista y oído de manera a controlar que ninguna afección interfiera en el aprendizaje.
“El niño o niña debe ver y escuchar bien, caso contrario pueden ocurrir un retroceso en el aprendizaje. Por lo que es importante que los padres, sobre todo durante los primeros años de edad escolar, lleven a sus hijos a consulta con estos especialistas para un diagnóstico e indicación de tratamiento precoz, de manera a corregir la afección y puedan aprender mejor”, enfatizó.
Finalmente, instó a los padres a que lleven a sus hijos a los Centros de Vacunación habilitados para ser inmunizados contra el Covid-19, “Los niños a partir de los 5 años de edad deben ser inoculados, pues la vacuna es una necesidad perentoria y tanto padres, abuelos, niños, todos debemos estar vacunados”, sentenció el pediatra.
