Unos diez hombres, fuertemente armados, ingresaron el pasado sábado a la vivienda del exdiputado suplente Carlos Rubén Sánchez, alias “Chicharõ”, ubicada en Pedro Juan Caballero, para asesinarlo.
El crimen se perpetró a tempranas horas y los sicarios aprovecharon el momento de fragilidad en el sistema de seguridad de la casa de Sánchez, quien contaba con guardias y agentes de la Policía adscriptos a su seguridad.
Los sicarios aprovecharon que los uniformados se fueron a descansar para ingresar al dormitorio de “Chicharõ” y asesinarlo de 51 disparos.
Al respecto, Pablo Zorrilla, fiscal que investiga el caso, manifestó que el crimen fue muy bien estudiado y contó que el asesinato podría estar vinculado con el pasado, ya que el hombre ya sufrió un atentado hace unos años. “Hace rato le estaban estudiando; viendo la casa de él (Sánchez) es muy difícil entrar así nomás”, puntualizó.
Asimismo, agregó: “puedo confirmar que él ya sufrió un atentado y tenía una rivalidad con otras personas”.
Por otra parte, Zorrilla indicó que las cámaras de seguridad hubieran sido de mucha utilidad; sin embargo, no hay imágenes de lo sucedido, ya que el disco donde se almacenan las imágenes quedó destruido por uno de los tantos disparos.
Por último, señaló que Sánchez fue ultimado en una esquina de su dormitorio y no en su cama. “Él se entregó, no había rastros de sangre en la cama; fue ultimado de 51 balazos en una esquina”, sentenció.