Durante el fin de semana, estará prohibida la permanencia de personas en las playas de Río de Janeiro, según anunció días atrás el alcalde Eduardo Paes. Los individuos no podrán realizar deportes, tomar baño o realizar actividades económicas.
Tampoco estará permitido estacionar en la rambla, a excepción de los residentes de la zona; también se prohibirá el ingreso de buses turísticos.
La medida se da en medio del colapso sanitario y la incipiente campaña de vacunación en el país vecino, que atraviesa su peor momento desde que inició la pandemia del covid-19.
Según afirmaron varias autoridades, la situación en Brasil “está fuera de control” a causa de los masivos contagios y la elevada cifra de fallecidos que se registra diariamente.
De los 27 estados brasileños, 25 tienen una ocupación igual o superior al 80% en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
“Hago un llamado a los cariocas: es el momento de quedarse en casa”, manifestó el edil, quien adelantó que el lunes anunciará “medidas más restrictivas”.
Río de Janeiro, con 17 millones de habitantes, concentra 34.697 de las 287.499 muertes registradas en el país sudamericano.