A seis meses de la desaparición de Dahiana Espinoza, la fiscal de caso, Deisy Sánchez, en conjunto con agentes de Criminalística siguen buscando concatenar las hipótesis propuestas del caso, mediante las pruebas recolectadas por los mismos.
Este viernes en horas de la mañana, volvieron a allanar la matadería perteneciente a César Brítez, el carnicero que es parte del caso. Así también, la fiscal Sánchez confirmó que las muestras extraídas de los padres de Dahiana, coinciden en un 99.9% con las muestras sustraídas del sanitario perteneciente al inquilinato en el que residía Espinoza junto con su pareja Joel Guzmán, principal sospechoso en la investigación.
“El laboratorio confirmó el 99.9% de compatibilidad con las muestras extraídas de los padres. Hasta ahora una pista lleva a la otra, la historia cambiaría si el resultado de la sangre salía negativo”, sostuvo la fiscal.
Asimismo, explicó que volvieron a Itá, en la matadería, a raíz de que en el lugar se encontraron un serrucho, un hacha y un cuchillo, los tres con sangre humana, los cuales ya están siendo verificados en el laboratorio del Ministerio Público. “Para el cotejo del ADN, la próxima semana estarían extrayéndole de nuevo sangre a sus padres para realizar las muestras”, expuso.
Por otro lado, el padre de la víctima, Juan Espinoza, quien acompaña cada procedimiento, comentó que el resultado de las muestras le hizo perder las esperanzas de encontrar con vida a su hija. “Ambyasy la resultado osê haguére positivo, rome’êma por muerta la che rajýpe (siento mucho que el resultado haya salido positivo, ya le damos por muerta a nuestra hija)”, indicó.
También pidió a los principales sospechosos contar la verdad, para que puedan encontrar los restos de Dahiana y darle una digna sepultura. “Omombe’umíntena la oikóa, ikatu hag̃uáicha rome’ê chupe descanso (cuenten lo que sucedió, para darle descanso)”, añadió.
La pareja tiene una hija de cuatro años, quien no deja de preguntar por su madre, mencionó don Juan. “Oporandu la isy, ohoséma la ihóga, ijetu’u upéa. Ropyta sin palabras, ha’eko michĩ (pregunta por su mamá, se quiere ir ya a su casa, es muy difícil esto. Nos quedamos sin palabras, ella es pequeña)”.
Luz Dahiana Espinoza Colmán desapareció el 18 de septiembre del 2020 en la ciudad de Itá, de un inquilinato en el que residía con su hija de cuatro años y su pareja, Joel Guzmán.
