Miles de familia cada año se reúnen para armar el tradicional pesebre. Muchos prefieren renovar cada año, mientras que otros optan por la reparación de sus piezas.
Por lo general, las personas comienzan a armar la casita del Niño Jesús al término de la festividad de Caacupé. En el Mercado 4, sobre la Avda. Pettirossi, los vendedores ya exhiben las figuras de Jesús, José, María, los Reyes Magos.
Los artesanos cuentan que desde G. 30.000 uno ya puede adquirir para su juego y que el precio varía de acuerdo al tamaño y color.
Asimismo, los vendedores realizan restauración de las piezas que quedan como nuevas, luego de darle el molde y pasarle pintura. También tienen en venta todo tipo de decorativos navideños.
Algunos comerciantes aseguran que las ventas son muy bajas mientras que otros esperan el repunte luego del cobro de aguinaldo.