La Ley de Deforestación Cero prohíbe por un plazo de 10 años la realización de actividades de transformación o conversión de superficies con cobertura de bosques naturales.
Así como la producción, transporte y comercialización de madera, leña, carbón y cualquier subproducto forestal, originado del desmonte no permitido.
La mayoría de los legisladores argumentaron la necesidad de dar un marco de previsibilidad y proyección a la regeneración de bosques. Así también exigieron mayor control y castigo a los infractores.
La Organización Internacional WWF reveló que entre 2001 y 2019 se deforestaron seis millones de hectáreas, ubicando a Paraguay como el segundo país en la región con mayor deforestación, después de Brasil.
Según datos del INFONA, se cuentan solo con 1.800.000 hectáreas de bosques en la Región Oriental.