Según la experiencia adquirida en emergencias pasadas, se estima que la salud mental tendrá mayor demanda debido a la cuarentena sanitaria y la crisis económica. El doctor Víctor Adorno, director del Hospital Psiquiátrico de Asunción, indicó que aumentaron los casos de ansiedad y depresión en las personas de todo el mundo.
El encierro debido a la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional y gobiernos en todo el mundo, para evitar la expansión del virus de la Covid-19, ya está mostrando sus consecuencias: “Ya observamos las consecuencias del aislamiento y el encierro de la cuarentena, y tenemos que prepararnos para lo que viene, respecto a cuáles van a ser las consecuencias posteriores a esta situación de pandemia”, expresó el médico.
En un lapso de 23 años, entre los años 1990 y 2013, el número de pacientes con ansiedad y depresión aumentó en un 50%, aproximadamente, con unas 416 millones de personas con el cuadro depresivo en el 1990, mientras que en el 2013 alcanzaron las 615 millones de personas que necesitan un tratamiento psiquiátrico.
“Estrés, ansiedad, síntomas depresivos por el confinamiento, hay que acordarse de que no solo están las consecuencias de pasar mucho tiempo encerrado, sino también la incertidumbre o el miedo de pasar por un cuadro de Covid-19”, indicó el director del centro médico.
Esta realidad exigirá a los países destinar mayor inversión en los programas de salud mental, ya que existen datos comprobados por la Organización Mundial de la Salud y la Panamericana (OPS/OMS) que demuestran que la inversión en salud mental trae bienestar a la población: por cada dólar invertido en estos programas, hay una recuperación de US$ 4 en bienestar.
Cabe resaltar que, para el cuidado de la salud mental, lo más importante y necesario es acudir a un profesional del rubro para indicar los tratamientos que deberán ser tomados según cada caso y estado de los pacientes.