Si bien no se debe estigmatizar el uso de aparatos electrónicos como celulares, tablets, computadoras y televisores, se debe considerar que el uso prolongado de estas pantallas puede generar trastornos de lenguaje en los más chicos, déficit de atención y trastorno de conducta en los adolescentes.
Según la fonoaudióloga Tania Talavera, debemos tener en cuenta que el uso excesivo de pantalla fomenta el aprendizaje de forma pasiva y reduce tanto en cantidad como en calidad, la interacción de los niños con sus padres y cuidadores. Esta interrelación es muy importante para el desarrollo cognitivo y del lenguaje.
“La población más afectada es la de aquellos niños que utilizan pantalla desde muy pequeños, es decir, menores de 2 años. Cuando ellos no sienten la necesidad de comunicarse con el otro, son niños que no hablan o hablantes tardíos”, explicó la profesional.
Añadió que cuando realizan la evaluación de los chicos, consultan a los padres qué hacen los menores todo el día o como los adultos actúan ante conflictos. A lo que los padres comentan que sus hijos están todo el día frente a la televisión, o todo el día en la tablet o el celular. También indican que le dan el celular cuando está llorando para que se calme. “Entonces el niño no tiene esa oportunidad de comunicarse con su entorno y generalmente no habla”, aseveró.
La recomendación para los padres es que menores de 2 años no tengan esa exposición a las pantallas y equilibrar el tiempo de los hijos en el uso de la tecnología con otras actividades, establecer una rutina para el cumplimiento de las tareas virtuales, luego incluir juegos al aire libre o con los integrantes de la familia.