Este día de la Juventud se celebró de forma diferente, debido a la pandemia por Covid-19, que golpeó de forma global a todas las personas, en especial a los adolescentes y jóvenes que pasaron por un proceso de adaptación de manera repentina a la virtualidad y el cambio de las rutinas cotidianas a las que están acostumbrados.
En ese contexto, el Dr. Manuel Fresco, especialista en salud mental, explicó que esta crisis generada por la pandemia afectó a todos los integrantes de la familia debido a que el “orden natural se quebró” en el sentido de que la ida al colegio o universidad, y la convivencia por ciertas horas entre los miembros de la familia cambió a una convivencia de 24 horas.
“El efecto colateral de la pandemia es la onda expansiva que afecta a la vida social y ocio, con el agregado de que en la familia se instala eso de que no se aguantan, porque 24 horas de convivencia no es lo mismo que salir a la mañana y llegar a la noche”, refirió.
Además, señaló que el encierro y no poder socializar funcionarían como gatillo de comportamientos en los jóvenes; como el aumento del consumo de alcohol o psicofármacos, o incluso la adicción a las redes sociales. “Eso hizo que explotaran ciertos tipos de conductas patológicas, y hay familias que pueden administrar mejor esta situación y otras que no”, indicó el Dr. Fresco.
Por otro lado, enfatizó en que existen “dos juventudes”, una del sector carenciado que debe pelear para acceder a derechos básicos, y otra que no tiene problemas económicos. “Hay un desfasaje en todos los aspectos. No es lo mismo un chico del bañado que no tiene para comer, que en su casa se vende chespi, que tiene a sus padres en la cárcel, que un chico que tiene una familia constituida”.
Respecto a la sobreexposición a las redes sociales y tecnología, el Dr. Manuel Fresco dijo que se trata de la forma de administrar el uso y exposición de las redes en la vida del adolescente y joven, “yo me lavo las manos y ando con tapabocas para administrar el riesgo de contagio de Covid-19, así como todos estamos expuestos a entrar en las redes, pero la medida en la que yo me expongo depende de lo que subo, cómo me muestro, con quién me conecto, no tiene que ver con las redes en si, sino la manera en cómo uno administra”.
Agregó que el adolescente o joven se expone a perder la capacidad de administrar el tiempo que pasa en las redes sociales, que tienen que ser administradas con cautela, “para que la persona no quede con conductas adictivas, al celular, tablet, computadora, adquiriendo una patología. Es uso cauteloso racional o una perdida de control ante estos instrumentos”, concluyó.