En primer lugar, el Dr. Agüero explicó que no existe ningún medicamento ni pócima que esté comprobada como prevención contra la Covid-19; dijo que cada paciente debe ser evaluado individualmente y, según su situación de salud en general, el médico de cabecera tendría que indicar lo que podría o no ingerir la persona, sin embargo, insistió en que no existen recetas ni fármacos para evitar la enfermedad.
En segundo lugar, el especialista comentó que las medidas más efectivas demostradas y comprobadas por él mismo, son el uso del tapabocas, el lavado de manos y el uso de alcohol al 70%: “Está demostrado que si uno sale y usa el tapabocas, hace bien el lavado de manos, inclusive si usas el alcohol, porque yendo a la contextura molecular del virus, es muy sensible al alcohol, hay estudios demostrados ya con el SARS-CoV-1, en el 2003, que el alcohol inactiva el virus en 30 segundos”, sostuvo el médico.
Agregó que, en el contexto actual, se trata de educar a la ciudadanía con el concepto de que lo único y más efectivo para frenar el contagio de la Covid-19 son las medidas personales, considerando que la pandemia podría durar inclusive un año más, y sería muy difícil mantener en cuarentena a los ciudadanos.
“No vamos a poder tener encerrada a la gente por tanto tiempo, tenemos que incrustar educación en el cerebro del paraguayo. A mí me toca tratar con pacientes pediátricos con Covid-19 y me estornudan y me gritan y yo sé que no me voy a contagiar porque tengo la previsión”, señaló.
Por su parte, el infectólogo consideró que las restricciones tienen un gran efecto socioeconómico, no obstante, opinó que, con el estado actual del sistema de salud, si la curva sigue aumentando de la manera en la que crece, podríamos llegar a un escenario como el de Ecuador, en el que había gente que no tenía cómo manejar los cadáveres de sus familiares.
Al ser consultado sobre cómo se podría evitar aquella situación, indicó que la comunicación y educación son los principales pilares. “Hoy 21 de agosto tenemos la curva ascendente número 1 en cuanto a contagio, un disparo de la epidemia con una saturación del sistema de salud y la obvia imposibilidad de aumentar al doble o triple la gente que puede manejar terapia intensiva, porque eso no se forma en 20 días, si yo tuviera que decidir, optaría por las medidas que lleven al menor contagio posible”.
De nuevo, insistió en que se trata de incorporar, con educación, en la ciudadanía, la cultura de las medidas preventivas y enfatizó en que “si no cortamos con esto en la comunidad, no va a parar y va a seguir aumentando y vamos a tener una cifra de muertos muy alta y gente con secuelas, cardiológicas y pulmonares”, concluyó.
Cabe reiterar las medidas sanitarias más importantes: uso de mascarillas o tapabocas cuando hay contacto con personas fuera del núcleo, utilizar alcohol al 70% para desinfectar superficies utilizadas cotidianamente, y el constante lavado de manos.