En el año 2012, algas tóxicas contaminaron el lago, y el color verde del agua puso en evidencia su alta contaminación. Desde entonces no se ha hecho mucho por la recuperación del emblemático espejo de agua.
Según un reciente estudio, se registran 220 a 250 miligramos de cianobacterias por litro de agua, lo que confirma la alta contaminación causada por la cloaca. La normativa sobre calidad del agua no permite más de 25 miligramos.
Además de la contaminación, la triste imagen del lago tiene que ver con la histórica bajante de las aguas. Para su recuperación, se había creado la Comisión de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su cuenca, que decidió intervenir con el uso de geobolsas, o bolsas cargadas con arena y sedimentos, como medida paliativa temporal para recuperar el nivel del agua. Sin embargo, la falta de un estudio ambiental es un inconveniente para la realización de la obra.
En los últimos días, la lluvia detuvo la bajante de las aguas. Aun así, se encuentra en su mínimo nivel. Esto complica la toma de agua cruda para su potabilización, según el director del departamento de Planificación Física y Urbanística de la Municipalidad de San Bernardino, Eugenio Oehme.
“Estamos sufriendo las consecuencias de un desequilibrio natural. Dos años atrás teníamos la creciente en todo el país y ahora tenemos sequía. La diferencia de nivel entre el salado y el río Paraguay es de más de 11 metros, eso hace que el agua desagote rápido”, explicó.
Según Oehme, el exceso de consumo de agua potable y la sequía, contribuyen a la bajante del lago. Por este motivo, urge la ejecución del proyecto de geobolsas de la Comisión de Recuperación, para contener el nivel del agua en la desembocadura del lago.
Mientras tanto, el ministro del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), Ariel Oviedo, y el intendente de San Bernardino, Luis Aguilar, se tiran la pelota. Oviedo asegura que hasta ahora, la institución no recibió oficialmente un proyecto de recuperación, sin embargo, el intendente Aguilar señala que el principal obstáculo para los trabajos es el Mades.
Sobre la contaminación, Oviedo indicó que urge llevar adelante obras de alcantarillado sanitario y plantas de tratamiento de efluentes cloacales en toda la cuenca, pero que esta labor no está en manos del Mades.