“Ellos se sentían orgullosos por haberme atrapado a mí, pero la vida de mi hijo no les importó”.
Así lo relató Riquelme, el padre del pequeño Lucas que hoy se encuentra internado en el Hospital de Traumas, tras haber sido disparado por agentes de policía el pasado sábado.
Esta mañana el señor Riquelme se presentó a la fiscalía a declarar, y recordó lo sucedido ese fin de semana con su hijo. Según el padre, la policía se encontraba empeñada en detenerlo a él, sin dar importancia al estado del menor que había sido afectado por una bala.
“Al salir del auto ya le dije «le disparaste a mi hijo» y ellos no creían (…) me agarraron de atrás, me esposaron, y me golpearon la pierna” expresó el Riquelme, reclamando la falta de profesionalismo de los agentes policiales.
El hombre explicó que, al desviar la barrera, el vehículo policial se dispuso a perseguirlo con las luces altas, lo que no le permitió entender lo que estaba sucediendo. Por este motivo, el hombre, asustado, buscó personas que lo ayuden y logró frenar luego de varias cuadras debido a la velocidad a la que iba.
“Cuando frené vino el impacto en la parte de atrás del auto y empieza la balacera a quemarropa”, manifestó.
En cuanto al estado de salud de su hijo, Riquelme indicó que se encuentra con un panorama alentador, y que esta semana estarían pasándolo a Terapia Intermedia.
Además, en el transcurso de la próxima semana le darán detalles de la condición en la que se encuentra el miembro que fue afectado por la bala, y si tendrá algún tipo de secuela a consecuencia del impacto.